Las costillas de Cristina

Reunión de pastores, ovejas muertas. En este caso no hubo que matar a nadie. Fue una de esas veladas agradables con unos buenos amigos delante de una mesa sin arañazos. Estrenamos aquel atardecer entre risas y mis inoportunos comentarios en contra de las suegras y demás cosas repelentes. La carta de ajuste aquí marcaba el paso del tiempo y la altura permitía ver las cosas con otra perspectiva. Aquí tenían que romperse casi un puñado de ascensores para tener que subir andando. Esta es mi corta manera de dar las gracias por la compañía, los manjares y vuestras historias y la gracia con las que las emplatáis.

Que bueno!

Ingredientes para cuatro personas

2 costillares de cerdo

Para la salsa:

1 vaso de cocacola generoso 33 cl

3/4 de vaso de ketchup

1 chorro generoso de miel

Preparación

Reducir en un cazo los ingredientes de la salsa unos 30 minutos.

Horno a 200 grados o a 180 si es de aire.

Cubrir las costillas con la salsa y meter al horno.

Importante que Chan les dé la vuelta. Se requieren dos maniobras. La primera es muy divertida. La segunda, digamos… eficiente

– Parece que alguien se ha quedado con hambre, ¿hacen unas salchichas?

Me muero de la risa cada vez que me acuerdo.

Gracias chicos!

Vaya vista, ¿eh?