Los imposibles, no tan imposibles

Se levantó aquella mañana y se propuso encender el Sol. Llevaba varios días apagado. Buscó la escalera más grande que encontró y su llave mágica. Lo encendió!

E iluminó a todos a su alrededor. Su luz volvió a brillar en el cielo. Y su calor me hizo sonreír.

Sólo hubo que proponérselo.

20121021-211915.jpg

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *